La malla de cobre es un tipo especializado de material de malla que se teje o tricota con alambres de cobre. Conocida por su excelente conductividad eléctrica y térmica, la malla de cobre se utiliza ampliamente en industrias donde estas propiedades son esenciales. En el blindaje electromagnético, se emplea malla de cobre para bloquear las ondas electromagnéticas y las interferencias de radiofrecuencia (RFI), lo que la convierte en un componente fundamental en la construcción de dispositivos electrónicos y equipos de comunicación. Su eficacia como blindaje se debe a la alta conductividad del cobre, que le permite absorber y disipar energía electromagnética. Además, la malla de cobre se utiliza en arquitectura con fines tanto funcionales como decorativos. Por ejemplo, se puede utilizar como mosquitera que no sólo mantiene alejadas a las plagas sino que también añade un toque estético a ventanas y puertas con su color y textura distintivos. En la filtración industrial, la malla de cobre sirve como un material duradero y resistente a la corrosión que puede soportar ambientes hostiles, lo que la hace ideal para su uso en plantas de procesamiento químico y refinerías de petróleo. Las propiedades antimicrobianas del cobre también hacen que la malla de cobre sea adecuada para su uso en entornos sanitarios, donde puede ayudar a reducir la propagación de bacterias y virus. Además, la malla de cobre es reciclable, lo que aumenta su atractivo como material ecológico.